Sistema Simpático y Parasimpático

Sistema simpático y parasimpático: los dos polos de la autorregulación
El **sistema nervioso autónomo (SNA)** es una parte fundamental del sistema nervioso que regula de forma **involuntaria e inconsciente** las funciones vitales del cuerpo: respiración, ritmo cardíaco, digestión, presión arterial, temperatura, entre otras. Dentro de él se encuentran dos ramas complementarias y opuestas: el **sistema simpático** y el **sistema parasimpático**.
Ambos funcionan como un “equilibrio dinámico” que mantiene la homeostasis, es decir, el balance interno del organismo frente a los cambios externos o internos.
🔹 Sistema simpático: activación y supervivencia
El sistema simpático se activa ante situaciones de **estrés, peligro o demanda**, preparando al cuerpo para una reacción rápida. Esta respuesta se conoce como **“lucha o huida” (fight or flight)**.
Entre sus efectos fisiológicos se encuentran:
* Aceleración del ritmo cardíaco.
* Aumento de la frecuencia respiratoria.
* Dilatación de las pupilas.
* Liberación de adrenalina y noradrenalina.
* Disminución de funciones no esenciales en el momento, como la digestión.
* Aumento de glucosa en sangre para disponer de energía inmediata.
Su función es asegurar la **supervivencia**, pero si se mantiene activado de forma prolongada o crónica, puede generar desequilibrios físicos y emocionales (ansiedad, insomnio, irritabilidad, trastornos digestivos, etc.).
🔹 Sistema parasimpático: descanso y restauración
El sistema parasimpático actúa como contrapeso del simpático. Se activa en situaciones de **calma, seguridad y recuperación**, promoviendo el estado conocido como **“descanso y digestión” (rest and digest)**.
Entre sus funciones están:
* Disminución de la frecuencia cardíaca y respiratoria.
* Estimulación de la digestión y el metabolismo.
* Promoción del sueño y la reparación celular.
* Regulación del sistema inmunológico.
* Sensación de relajación, conexión y bienestar.
Su acción favorece la **restauración del equilibrio** interno y permite que el cuerpo y la mente se regeneren.
Sistema nervioso autónomo y salud mental
El equilibrio entre el sistema simpático y el parasimpático es fundamental para una buena salud física y emocional. En personas con trauma, estrés crónico o ansiedad, muchas veces el sistema simpático queda **sobreactivado** y el parasimpático pierde eficacia.
Por eso, muchas terapias actuales se enfocan en **estimular el sistema parasimpático** para recuperar la capacidad de autorregulación:
* Respiración consciente y diafragmática.
* Meditación y mindfulness.
* Ejercicio físico moderado.
* Técnicas de relajación corporal y visualización.
* Contacto con la naturaleza, el arte o la música.
Conclusión
El sistema simpático y parasimpático son como el **acelerador y el freno de nuestro organismo emocional y biológico**. Comprenderlos no solo permite intervenir mejor en casos de ansiedad o estrés, sino también acompañar procesos de regulación emocional, trauma y bienestar integral desde una perspectiva neurofisiológica.