Sistema Simpático y Parasimpático

08.05.2025


 Sistema simpático y parasimpático: los dos polos de la autorregulación


El **sistema nervioso autónomo (SNA)** es una parte fundamental del sistema nervioso que regula de forma **involuntaria e inconsciente** las funciones vitales del cuerpo: respiración, ritmo cardíaco, digestión, presión arterial, temperatura, entre otras. Dentro de él se encuentran dos ramas complementarias y opuestas: el **sistema simpático** y el **sistema parasimpático**.


Ambos funcionan como un “equilibrio dinámico” que mantiene la homeostasis, es decir, el balance interno del organismo frente a los cambios externos o internos.

🔹 Sistema simpático: activación y supervivencia

El sistema simpático se activa ante situaciones de **estrés, peligro o demanda**, preparando al cuerpo para una reacción rápida. Esta respuesta se conoce como **“lucha o huida” (fight or flight)**.

Entre sus efectos fisiológicos se encuentran:

* Aceleración del ritmo cardíaco.

* Aumento de la frecuencia respiratoria.

* Dilatación de las pupilas.

* Liberación de adrenalina y noradrenalina.

* Disminución de funciones no esenciales en el momento, como la digestión.

* Aumento de glucosa en sangre para disponer de energía inmediata.

Su función es asegurar la **supervivencia**, pero si se mantiene activado de forma prolongada o crónica, puede generar desequilibrios físicos y emocionales (ansiedad, insomnio, irritabilidad, trastornos digestivos, etc.).

🔹 Sistema parasimpático: descanso y restauración

El sistema parasimpático actúa como contrapeso del simpático. Se activa en situaciones de **calma, seguridad y recuperación**, promoviendo el estado conocido como **“descanso y digestión” (rest and digest)**.

Entre sus funciones están:

* Disminución de la frecuencia cardíaca y respiratoria.

* Estimulación de la digestión y el metabolismo.

* Promoción del sueño y la reparación celular.

* Regulación del sistema inmunológico.

* Sensación de relajación, conexión y bienestar.

Su acción favorece la **restauración del equilibrio** interno y permite que el cuerpo y la mente se regeneren.

 Sistema nervioso autónomo y salud mental

El equilibrio entre el sistema simpático y el parasimpático es fundamental para una buena salud física y emocional. En personas con trauma, estrés crónico o ansiedad, muchas veces el sistema simpático queda **sobreactivado** y el parasimpático pierde eficacia.

Por eso, muchas terapias actuales se enfocan en **estimular el sistema parasimpático** para recuperar la capacidad de autorregulación:

* Respiración consciente y diafragmática.

* Meditación y mindfulness.

* Ejercicio físico moderado.

* Técnicas de relajación corporal y visualización.

* Contacto con la naturaleza, el arte o la música.

 Conclusión

El sistema simpático y parasimpático son como el **acelerador y el freno de nuestro organismo emocional y biológico**. Comprenderlos no solo permite intervenir mejor en casos de ansiedad o estrés, sino también acompañar procesos de regulación emocional, trauma y bienestar integral desde una perspectiva neurofisiológica.