Trastorno Obsesivo Compulsivo TOC

30.04.2025
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un síndrome psiquiátrico perteneciente al grupo de los desórdenes de ansiedad caracterizado por:

  • Obsesiones: son ideas, pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes y persistentes que son egodistónicos, es decir, que no son experimentados como producidos voluntariamente, sino más bien como pensamientos que invaden la conciencia y son vividos como exagerados o sin sentido, a veces como repugnantes. El paciente realiza intentos para ignorarlos o suprimirlos, a veces sin conseguirlo. Es entonces cuando se ponen en marcha las conductas compulsivas encaminadas a reducir la ansiedad motivada por la obsesión. 
  •  Compulsiones: son conductas repetitivas, generalmente «caprichosas», y aparentemente finalistas que se realizan según determinadas reglas de forma estereotipada y cuya principal función es reducir la ansiedad provocada por la obsesión. La conducta no es un fin en sí misma, sino que está diseñada para producir o evitar algún acontecimiento o situación futura, relacionados con la obsesión en cuestión, por lo que su realización reduce la ansiedad provocada por la última. Sin embargo, o bien la actividad no se halla conectada de forma realista con lo que se pretende impedir o provocar, o bien puede ser claramente excesiva. El acto se realiza con una sensación de compulsión subjetiva junto con un deseo de resistirse a la compulsión, por lo menos inicialmente. Por lo general, el individuo reconoce la falta de sentido de la conducta (algo que no siempre ocurre en niños pequeños) y no obtiene placer en realizar esta actividad, aunque esta disminuye la ansiedad provocada por su obsesión. El enfermo enseguida nota que una sola compulsión o «ritual» no basta para reducir su ansiedad, con lo que se ve obligado a repetir o aumentar el ritual (círculo vicioso). Ejemplos típicos son verificar varias veces las mismas cosas una y otra vez, ya que en la repetición de patrones el enfermo obtiene una reducción inmediata del malestar, aunque claramente contraproducente, ya que con ellos está reforzando la dinámica del trastorno.
  • Las obsesiones y las compulsiones son una fuente significativa de malestar para el individuo o interfieren en el funcionamiento social, laboral y en su actividad diaria, ocupando gran parte del tiempo del individuo. Generalmente, el afectado es consciente de la irracionalidad de su trastorno, y puede sentir culpa y vergüenza por ello, o tener «miedo de volverse loco». Cada ritual, o patrón de rituales, está ligado a una misma obsesión, y el enfermo «tiene» que realizar varios a lo largo del día, acarreando todo esto una gran pérdida de tiempo y malestar en su vida diaria.


  • No debe confundirse con los desórdenes fóbicos.


  • No debe confundirse con las «manías» o rituales que podemos tener todos respecto a algunas cuestiones. Las obsesiones en el TOC invaden la mente de la persona, y esta no puede sentirse tranquila hasta que no realiza la compulsión que la calma. A diferencia de las «manías» las obsesiones crean angustia, no son controlables, son persistentes y disfuncionales, y afectan, en mayor o menor medida, el funcionamiento normal del sujeto en su vida cotidiana. Así mismo, preocupaciones o pensamientos puntuales repetitivos e intrusivos, o conductas de rutina de tipo compulsivo son normales en la población general, y no limitan la vida del individuo. En el TOC la intensidad, frecuencia y duración de tales pensamientos y conductas son exagerados.


  • El trastorno obsesivo-compulsivo estadísticamente es igual de frecuente en varones que en mujeres.


Variables cognitivas

Intolerancia a la incertidumbre: conjunto de creencias referidas a la importancia del control en todos los aspectos de la vida para lograr la seguridad y la certidumbre, debido a la dificultad de funcionar adecuadamente en situaciones ambiguas y al tener pocas habilidades para afrontar los cambios impredecibles.

Sobreestimación de la amenaza: se magnifican las probabilidades de que un suceso catastrófico suceda.

Perfeccionismo: creencias basadas en la idea de que encontrar soluciones perfectas es posible y necesario. Se le suma la incapacidad para tolerar errores o imperfecciones mínimas.

Responsabilidad excesiva: sobre la base de determinados esquemas cognitivos, con reglas referentes a la conducta correcta y a la responsabilidad que se activan a partir de ciertos eventos críticos o específicos.[50]

Creencias sobre la importancia de los pensamientos: referido a la importancia dada a los pensamientos y al significado que se les atribuye. Esta característica es denominada por algunos autores como «fusión pensamiento-acción».

Creencias sobre la importancia del control de los pensamientos propios: necesidad de controlar todos los pensamientos en todo momento. Realizan férreos esfuerzos por intentar «no pensar» ciertas cosas o en eliminar determinados tipos de pensamientos.

Rigidez de ideas.