Trastorno Psicótico

Los **trastornos psicóticos** son condiciones mentales graves en las que la persona **pierde contacto parcial o total con la realidad**, afectando su percepción, pensamiento, emociones y comportamientos. En estos episodios, pueden aparecer síntomas como alucinaciones, delirios y desorganización del lenguaje o la conducta, que alteran la vida cotidiana y las relaciones con los demás.

El término “psicosis” no define una única enfermedad, sino un conjunto de síntomas que pueden presentarse en diferentes trastornos, siendo el **trastorno psicótico breve, el trastorno esquizofreniforme, la esquizofrenia y el trastorno esquizoafectivo** algunas de sus formas clínicas más reconocidas.

Un **episodio psicótico** es una crisis en la cual la persona experimenta una ruptura con la realidad consensuada. Puede ser de inicio súbito o progresivo, y durar desde unos días hasta semanas o meses, dependiendo del diagnóstico y tratamiento.

Entre los síntomas más frecuentes se encuentran:

Son creencias falsas, rígidas y sostenidas, que no se ajustan a la realidad ni se modifican con la evidencia. Pueden ser de tipo paranoide (sentir que otros quieren hacerle daño), megalomaníaco (creer que uno tiene poderes especiales), o de referencia (pensar que los medios o señales están dirigidos personalmente a uno).

Percepciones sin estímulo externo. Las más frecuentes son **alucinaciones auditivas**, como escuchar voces que comentan, critican o dan órdenes. También pueden presentarse alucinaciones visuales, táctiles o de otro tipo.

El discurso puede volverse incoherente, ilógico o saltar de un tema a otro sin conexión clara. En casos graves, puede resultar difícil comprender lo que la persona está tratando de comunicar.

Comportamiento extraño, agitación, aislamiento, afecto inapropiado (reír en contextos serios, por ejemplo), o una reducción notable de la expresividad emocional (afectividad plana).

El origen de los trastornos psicóticos es **multifactorial**, e incluye una interacción entre predisposición biológica y factores ambientales:

* **Factores genéticos y neurobiológicos:** desequilibrios en neurotransmisores como la dopamina, alteraciones en el desarrollo cerebral o antecedentes familiares de psicosis.

* **Factores ambientales:** traumas en la infancia, consumo de sustancias psicoactivas (como cannabis o alucinógenos), estrés agudo o aislamiento social.

* **Condiciones médicas o neurológicas:** en algunos casos, enfermedades físicas o infecciones del sistema nervioso pueden desencadenar síntomas psicóticos.

El tratamiento temprano y adecuado mejora significativamente la evolución. El enfoque suele ser **multidisciplinario**, combinando:

 💊 Tratamiento farmacológico

Los **antipsicóticos** ayudan a reducir o eliminar los síntomas psicóticos, restaurando el contacto con la realidad. Su uso debe ser controlado por un psiquiatra, con seguimiento cercano.

🧠 Psicoterapia

Una vez estabilizados los síntomas agudos, la **psicoterapia** (individual, familiar o grupal) contribuye a trabajar el impacto subjetivo de la experiencia, fortalecer recursos internos y mejorar la adherencia al tratamiento.

 🧩 Intervenciones psicosociales

Incluyen acompañamiento terapéutico, psicoeducación, apoyo a la inserción laboral, entrenamiento en habilidades sociales y trabajo con la familia para generar un entorno contenedor.

Muchas personas con trastornos psicóticos logran estabilizarse, **recuperar sus proyectos de vida y mantener relaciones significativas** con apoyo profesional, red de contención y un abordaje integral. El estigma social, sin embargo, sigue siendo una barrera importante que debe ser desmontada con información, empatía y sensibilización.

Tener un episodio psicótico no define a una persona. La psicosis es una experiencia humana que merece ser escuchada, comprendida y tratada con respeto. La salud mental es un proceso, y cada camino de recuperación es único.