Estudio de Yôga

Clases de Ashtánga Sádhana Yôga, en ocho partes o Angas, duración de una hora.

  1. Mudrá (gesto reflexologico hecho con las manos). Son claves, llaves que penetran en ciertos sectores del inconsciente colectivo. 
  2. Púja (agradecimiento) Acto de retribución energetica, comenzamos dando y recibiendo. 
  3. Mantra (vocalizacion de sonidos y ultrasonidos), los mantra nos permiten desobstruir las Nadi que son los canales por donde circula el Prana.
  4. Kriyá (purificación) Acción de purificacion de las mucosas.
  5. Pránáyáma (respiración), expansión de la bioenergía mediante tecnicas de respiración.
  6. Ásana (posiciones físicas estables y confortables),
  7. Yôganidra (relajación, descontracción y estado de sueño lúcido). 
  8. Samyama (concentración, meditación y estados más profundos).

Beneficios de la práctica  

Está estructurada como una Sádhana integral, es decir, un conjunto de técnicas encadenadas: respiración, ásanas, mudrás, bandhas, kriyás, concentración y meditación. La duración de una hora suele ser equilibrada e intensa. 

 Consecuencias en los 3 planos: 

💪🏼 Físicas


Mejor oxigenación y vitalidad: la práctica respiratoria (pránáyáma) amplía la capacidad pulmonar, mejora la circulación y la oxigenación de los tejidos.

Tonicidad y flexibilidad equilibradas: los ásanas en este método no buscan solo fuerza o elasticidad, sino dominio del cuerpo con serenidad y refinamiento.

Regulación del sistema nervioso autónomo: la combinación de técnicas activa y luego relaja, dejando una sensación de equilibrio fisiológico.

Purificación orgánica: los kriyás y respiraciones profundas ayudan a limpiar vías respiratorias, estimular digestión e intestinos, y favorecer la eliminación de toxinas.

 🔥Energéticas


Aumento del prana (energía vital): se siente un “encendido interno” estable.

Activación de chakras: sobre todo manipura (voluntad, energía vital), anahata (equilibrio afectivo) y ajna (claridad mental).

Canalización de energía: gracias a mudrás y bandhas, el prana no se dispersa sino que se conduce y acumula en centros energéticos, lo que da sensación de poder interno y serenidad.

Afinamiento vibracional: al final de la sádhana, la energía queda más sutil y refinada, predisponiendo a la meditación.

🧠❤️Emocionales y psicológicas


Estabilidad emocional: no solo descarga tensiones, sino que promueve un estado más armónico y positivo.

Autoconfianza y autoestima: al dominar el cuerpo y la respiración, la persona siente más poder personal y seguridad interior.

Clareza mental: disminuye la dispersión y el ruido mental; favorece la concentración y la memoria.

Sensación de bienestar profundo: no solo alivio físico, sino una serenidad expansiva que puede durar varias horas.

Refinamiento en la sensibilidad: se cultiva un estado más sutil que abre a la percepción estética, a la intuición y a la conexión con lo elevado.